Dependencia: entre los recortes y la privatización
La Ley de Dependencia, en vigor desde enero de 2007, fue la niña bonita de Zapatero, que la aprobó en pleno boom y no se preocupó de financiarla bien. Pero nunca le gustó a Rajoy ni al PP, quizás porque su ideología no comulgaba con que el Estado se ocupara de ayudar a los 3 millones de ancianos y discapacitados dependientes (“para eso están su familia o la beneficencia, como siempre”). Por eso, el primer parón de la Ley se dio en mayo de 2011, cuando el PP copó la mayoría de autonomías. Y al llegar al Gobierno, Rajoy dinamitó la Ley en sólo ocho meses: en diciembre mismo dejó fuera (hasta julio de 2005) a los dependientes moderados (412.020 solicitudes), en marzo recortó 283 millones para la Dependencia (Presupuestos 2012) y el 13 de julio aprobó un decreto con más recortes que desmantelaba 14 artículos básicos de la Ley de Dependencia.
Puede seguir leyendo este artículo en el blog de Javier Gilsanz, Economía a lo claro.
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Ilustración: Enrique Ortega






















Adolfo | Miércoles, 20 de Marzo de 2013 a las 14:47:05 horas
La mayoría de las leyes no se cumplen, ni siquiera por la administración.
Zapatero hizo una ley que al margen de ideologías era inasumible, solo buscaba obtener votos a corto plazo.
Daba igual con Rajoy que con Rubalcaba, no hay dinero para esta ley.
Como para todo, la solucion pasa por terminar con el malgasto para acceder al estado del bien estar.
Márchense Señores políticos incompetentes y dejen de salvarnos por que sois el problema no la solución.
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