Joaquín Hernández, presidente del Círculo de Economía de la Región de Murcia, en el Casino de Murcia, sede de la institución
El Círculo de Economía de la Región de Murcia cumple más de un cuarto de siglo como foro independiente de debate, ideas y consensos. Su sede, el Casino de Murcia, respira el mismo aire de historia y diálogo que la institución, presidida hoy por Joaquín Hernández Muñoz. Reelegido en 2023 por unanimidad, Hernández defiende con serenidad la esencia del proyecto: independencia, ética y compromiso con la sociedad murciana. Sus palabras recorren los grandes asuntos de la Región de Murcia, agua, agroalimentación, innovación, ética, con una idea clara: sin unidad no habrá avances duraderos.
“Lo que pedimos al resto de la sociedad es lo que practicamos dentro del Círculo: unidad”
La reelección unánime de Joaquín Hernández no es solo un gesto de apoyo, sino la confirmación de que la institución se mantiene fiel a su esencia. Para él, el consenso alcanzado entre los socios refleja la coherencia de lo que piden fuera: acuerdos en lo esencial. “Nuestros objetivos son claros: independencia de cualquier organismo y puesta en común de estudios que interesen a los directivos y a la Región”, señala.
En el Círculo conviven profesionales y directivos de muy distintos ámbitos, lo que, lejos de dispersar, refuerza el enfoque transversal. “Aquí lo que solemos hacer es documentos y estudios sobre temas de interés general en los que participan miembros del Círculo e incluso expertos externos. Y siempre partimos de algo fundamental: cuando hablamos de economía hablamos de personas. La economía la componen y la constituyen personas y el objetivo es mejorar su vida”.
“La Región de Murcia es un ejemplo de integración de culturas”
Entre los asuntos sociales que han marcado la agenda del Círculo en los últimos meses destaca el llamamiento a defender el respeto y la convivencia. Hernández subraya el papel de las empresas como agentes de cohesión social y lo explica con un dato inquietante: “En los próximos diez años se van a jubilar todos los nacidos en los sesenta. Solo podremos cubrir un puesto de cada tres. Está clarísimo que no habrá posibilidades de sustituir esos dos puestos solo con digitalización. Tenemos que formar, integrar y solucionar problemas reales, no inventados”.
La integración, insiste, no es un discurso vacío: “Gracias a la mano de obra y a la integración que está habiendo de otros países, la Región y España están creciendo. Lo que hay que hacer es una integración real y solucionar los problemas que surjan, pero sin altavoces innecesarios”.
“La realidad tecnológica ya va por encima de la ficción”
El informe IDID 2024 situó a Murcia en su récord de gasto en I+D, aunque todavía lejos de la media nacional y europea. Para Hernández, la clave está en ampliar la base: “Hay empresas que investigan y digitalizan en niveles muy altos, pero necesitamos que eso ocurra en el resto. Desde el Círculo actuamos de altavoz, midiendo, presentando resultados y señalando qué camino seguir”.
Recuerda que el Círculo organiza debates con expertos de primera línea en inteligencia artificial y ciberseguridad. “Hemos visto en directo cómo la policía sigue a un posible hacker en la red oculta. Eso que parece de ciencia ficción es ya realidad. Y lo que hacemos es traer todo ese conocimiento a la Región para que nuestros directivos no se queden atrás”.
“Antes de pedir fuera necesitamos un pacto regional del agua y voluntad de cumplirlo”
En el capítulo del agua, Hernández es categórico. “El tema del agua es un problema real, pero antes de hablar de la necesidad deberíamos hacer un gran pacto regional: qué agua necesitamos para consumo, para regadío y para la agroindustria. Y después, con esa unidad, ir a Madrid y Bruselas”.
Recuerda que la agricultura es motor de la economía, pero con desigualdades notables. “Aquí conviven grandes multinacionales con agricultores medios y pequeños que apenas tienen recursos para defender sus cultivos. La agricultura murciana es ejemplo mundial en productividad y en uso del agua, pero necesitamos certidumbre para toda la Región”.
"El pimentón murciano, de enorme calidad, mantiene hoy, con gran esfuerzo, su escasa producción, casi sin ayudas para su promoción"
Hernández se detiene en el caso del pimentón, símbolo del declive de un sector por falta de rentabilidad y orgullo colectivo. “En los años ochenta se exportaba el 80% del pimentón mundial. Hoy casi ha desaparecido. No le dimos importancia ni rentabilidad a quienes lo producían. Mientras tanto, otros ocuparon ese espacio”.
Su receta pasa por recuperar el orgullo de lo propio: “Tenemos 7 denominaciones de origen únicas, como el arroz de Calasparra o la variedad monastrell. Pero nos da vergüenza reivindicarlas. Si no nos creemos lo que tenemos, acabaremos perdiéndolo como pasó con el pimentón”.
“El que no tiene ética debería dedicarse a otra cosa”
Uno de los legados que reivindica Hernández es el Código Ético del Círculo y la creación del Premio a la Transparencia y la Ética. “La honestidad y la honradez no son un lujo, son la base del progreso. El que no tiene ética no debería estar en la vida empresarial. Y si no tiene conciencia, es mala gente. A esa mala gente no hay que ensalzarla, hay que apartarla”.
Reconoce que practicar la independencia cuesta más que proclamarla, pero defiende que el Círculo ha dado pasos firmes en esa dirección. “Cuando redactamos y aprobamos nuestro Código Ético muchos pensaban que sería difícil mantenerlo. Hoy ya hemos entregado dos premios muy bien acogidos por la sociedad y que sirven de ejemplo”.
“Menos polarización y más acuerdos en los temas esenciales”
El decálogo La Región que Queremos, aprobado en el 25 aniversario del Círculo, sigue plenamente vigente. Hernández insiste en que lo urgente sigue siendo alcanzar consensos. “Tenemos que dejar a un lado el humo y los enfrentamientos ficticios. Necesitamos acuerdos en los temas clásicos: agroalimentación, sanidad, educación, financiación. Eso es lo que realmente importa”.
“El éxito del Círculo es de equipo, no de un presidente”
A la hora de hablar de futuro, Hernández rehúye protagonismos. “Lo que me gustaría es que dentro de cinco años nadie se acuerde de mí porque las cosas vayan mejor. El éxito del Círculo no es de una persona, es de un equipo. Y lo importante es mantener nuestra independencia, analizar con respeto y en positivo lo que necesita la Región”.
Si algo reivindica como logro personal es haber puesto en marcha, junto a su equipo, una cultura de ética y transparencia. “Ese es el mensaje que quiero que quede: que en la Región hay empresarios y directivos que llevan muchos años trabajando con honestidad, aunque no se sepa, y que deben ser ejemplo para los demás”.
La conversación en el Casino se apaga con la misma calma con la que empezó, sin grandilocuencias ni frases hechas. Joaquín Hernández habla con la serenidad de los años y la honestidad de alguien que no necesita adornos para transmitir convicción. Rehúye el protagonismo, insiste en el trabajo en equipo y coloca la ética en el centro de todo. Su mensaje final no busca titulares ruidosos, sino sembrar una certeza sencilla: que la Región de Murcia solo avanzará si lo hace unida, con transparencia y respeto.
Hay personas que, al escucharlas, dejan una sensación de sosiego. Hernández es de esos. Cree en la palabra dada, en el valor de la ética y en la fuerza de los consensos. Y que, desde la discreción, recuerda algo esencial: la economía, como la vida, se construye entre todos, y solo tiene sentido si mejora la vida de las personas.





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