Podría exponer aquí algo así como “el presidente de un gobierno que no puede aprobar los Presupuestos ni en su segunda prórroga debe dimitir por el bien del país”, y preguntar a qué les suena a Vds., si es que les suena a algo… Y estoy seguro que, en una buena medida, se achacaría a la cantinela (y no sin razón, que conste) que PP y VOX se traen contra Sánchez, que es un virtuoso de – y creo que gracias a los fondos europeos y a la buena situación económica – trapacear las cuentas y seguir funcionando sin que se note demasiado que el motor anda un tanto gripado.

Pero es que, exactamente esa misma frase (malditas hemerotecas) fue la que le dijo Sánchez a Rajoy cuando, en la legislatura en que el Psoe andaba en la oposición, don Mariano estuvo en la misma tesitura en las que el tío Pedro anda hoy. Curiosamente, fue el que ahora dice que eso no es importante; el mismo que aseguraba ayer que eso era un factor indispensable en la marcha del buen gobierno… Lo que nos pasa a los españoles es que suspendemos en las crónicas históricas como auténticos zopencos, y eso, lo que denota es nuestro más bien bajo nivel cultural y más bien alto nivel de ignorancia.

…Por lo tanto, el incoherente falsario es Pedro Sánchez, se me dirá. Y no responderé yo que no, pues este hombre acumula una buena serie de trucos como excelente trilero que es; pero es que, igual se da la circunstancia que, coincidiendo en el tiempo, el presidente popular de Aragón, Azcón, cogobernando con los de Vox, igualmente tiene caducados los Presupuestos, y empiezan a oler a rancio, y es el Sr. Pueyo, de la Xunta Aragonesista, el que repite el viejonuevo inventado mantra de “si el presidente no es capaz de aprobar los presupuestos, debe convocar elecciones”… Esto es, lo que el PP achaca y ataca en lo nacional, se lo calla y disimula en lo regional cuando los de la partida son de los suyos. Alaba, por ejemplo, lo que ha hecho la señora de Extremadura, pero se calla lo que no hacen los caballeros de Valencia o Murcia, donde está ocurriendo la misma vergüenza.

Lo cual viene a demostrar que, tanto los unos como los otros, se montan unas epifanías absolutamente hipócritas, según sea dónde, cómo, cuándo y con quién… Lo que vuelvo a repetir es que el drama no está en que se monten tales sainetes goyescos, sino que lo peor reside en que la masa ciudadana de seguidores ciegos de cada sigla, está tan zombizada, que no saben pensar por sí mismas, y que no ven que ambos dos están montándose la más esquinada incoherencia, unos para con los otros, y ambos para con todos, que somos los demás que formamos el hato de ganado.

Este simple y vulgar ejemplo es lo que demuestra, meridianamente, que nuestros políticos se esfuerzan en sus propios intereses personales y de partido, pero nunca, jamás, en los intereses generales del país… Si así fuera – que no lo es – se aliarían ambos para aislar a los nefastos extremos, y el nocivo falseamiento con que se engaña a la sociedad, y formarían un bloque constructivo para el país que les paga sus inmerecidas nóminas… Pero, como son mediocres, se enzarzan en tirarse entre ellos la misma mierda del mismo cubo que entre los dos llenan.

Generalmente, la izquierda siempre ha sido un corral dividido entre diferentes corrientes cacareantes. Es el polo negativo de su intelectualidad… Hoy, sin embargo, el Psoe, aparte de sus distintas escisiones de pensamiento está entregado a movimientos más separatistas que idealistas, y que incluso en otras épocas eran éstas aliadas de la derecha más convencional. Lo que actualmente ocurre es que ese Psoe es más pedrosanchista que socialista, puesto que su líder ha construido a su alrededor un aparato a su propia imagen y semejanza, una muralla en torno suyo, desfenestrando a quiénes podían hacerle sombra, y que solo responde a su persona… Es un error que tendrán que purgar en su día, cuando sea ese día, que llegará.

Al revés, históricamente, la derecha ha sido siempre un “prietaslasfilas”… Un lugar dónde la jerarquía y las consignas se han coexionado a machamartillo. Una especie de falange caudillista. Sin embargo, también hoy, ese Haz (que de ahí viene “fascio”) se haya dividida entre ella misma y su más horrible y execrable extrema. Es como su monstruo gemelar, que le ha nacido y que lo condiciona. Como Jekyll y Hide. Y, encima, Feijóo, un líder débil, se haya condicionado, a la vez que desgarrado, por el tridente Aznar-Ayuso-Abascal, que no lo deja hacer una política centrada, civilizada, y acorde a lo que se necesita en realidad.

Casi que podríamos decir que, en nuestro país, estructuralmente, la izquierda se ha derechizado con la cohesión sanchuna; y la derecha se ha izquierdizado con la disolución feijuna… Son dos formas opuestas de autodestrucción, donde las políticas no van a estar dirigidas desde una centralidad estable, sino por las tensiones de sus extremos… Y eso no es una buena noticia, el menos mientras los votantes mantengamos en urna este despropósito del desmembramiento político. Las encuestas sobre la tendencia de voto dan miedo.

Ahora, la crisis de gestión que nunca se solucionan con la asunción de responsabilidades, se tapan con claras y estúpidas maniobras de polarización, que se judicaliza al mismo tiempo que lo judicial se politiza. Es la carnaza con la que nos alimentan mientras ellos se disputan el resto del albañal… y del pastizal. Ya no se defiende un proyecto político, si no la ascensión, o el mantenimiento, de poder personal… Ya no es un líder con un programa, son una jauría de perros que se pelean por el hueso del gobierno, tras el guía de la manada. Lo demás importa bien poco, y por eso no se dan cuenta del riesgo al que están exponiendo a este país. Claro, que nosotros tampoco nos damos cuenta.

Y es que una parte de esa manada está constituida por camisas pardas de corte nazi, y viejas de estilo falangista, que están consiguiendo burdamente engañar a la gente que los vota ciegamente, tal y como hizo Hitler, exactamente igual… Y que, cuando, con nuestra ayuda y colaboración, conquisten ese poder, prescindirán de sus tontos socios y de todos nosotros, y hasta de los derechos humanos y toda clase de libertad de expresión y pensamiento, para imponer su absolutismo dictatorial. Y entonces, señores del uno y el otro lado del Mississippi, entonces, vendrá ese dicho evangélico de que “será todo llanto y crujir de dientes”.